jueves, 18 de febrero de 2010

Justa venganza

Ya llevaban tiempo juntos, realizando diferentes actos para los que se habían puesto de acuerdo hacía varios años. Todo empezó cuando Mario, decidió acercarse al cementerio de La Almudena, para entablar una conversación con el hijo de la víctima.
No sabía si saldría bien, pero tenía que intentarlo, tenía que acercarse y decirle con mucho cuidado, que era lo que pretendía. Podría salir bien, pero por otro lado, se le podrían torcer las cosas y acabar siendo denunciado por parte de Pablo.
Esperó a que se acabara el funeral y cuando ya todas las personas reunidas, empezaron a dispersarse, fue cuando encontró el momento.
Tú no me conoces, pero me gustaría hacerte una propuesta. Déjame que te explique mi plan y el porqué de esta reunión contigo y las que pretendo tener con otras tres personas más, cómo tú y cómo yo. A todos, nos une un mismo vínculo y es el hecho de que a nuestras madres, las han matado esos desgraciados, que se hacen llamar: “papá”
Se me ha ocurrido, que podríamos organizarnos de alguna manera y hacer que paguen por sus delitos, ya que para mí, con la cárcel no es suficiente. Creo que no tienen derecho a seguir respirando el mismo aire, que respiran las demás personas. Tengo la impresión de que estaríamos haciendo una obra social, ya que, aparte de estar quitando de la circulación a unos asesinos, estaríamos quitando un gasto al país, ya que si fueran a la cárcel, tendríamos que mantenerlos con nuestros impuestos y por otro, lado satisfaríamos nuestras ansias de venganza.
Pablo, al principio, un poco reacio y sorprendido, por lo que acababa de escuchar y lleno de furia interior, decidió para sorpresa de Mario y de una manera muy rápida, que estaba totalmente de acuerdo con lo que había escuchado y que esa era la manera, de sacarse toda la rabia que tenía.
Una vez terminada la charla, se encaminaron a las direcciones de las otras tres personas, que en esos momentos, desconocían cual iba a ser su futuro inmediato y cómo el destino se pondría de su lado, para vengar las muertes de sus seres queridos.
Para Mario, todo discurrió con inquietante normalidad, ya que ninguno le ponía traba alguna a su planteamiento y todo fue más fácil que al hablar con Pablo, por primera vez, porque por suerte, le tenía a él, que le apoyaba a la hora de explicar lo que tenían en mente.
Así fue, cómo una vez todos de acuerdo en crear el grupo, empezaron a tomar decisiones acerca de cómo iban a terminar, con las vidas de esos desgraciados.
Curiosamente, todos estuvieron de acuerdo, en que el primero, debería de ser el padre de Mario, ya que era al que se le había ocurrido la genial idea.
Tomaron la decisión de ejecutar al padre de Mario los demás, para que, de esa manera, él no se viera involucrado y así lo fueron haciendo con el resto. Siempre se quedaba fuera del asesinato, el hijo de la víctima en cuestión. Antes de que se cometieran los asesinatos, siempre se procuraban una buena coartada, para que a la hora de la investigación, por parte de la policía, no les pudieran coger en un renuncio. Obviamente, que cuando les preguntaran, no tendrían que hacerse los dolidos, ya que el muerto en cuestión era el asesino de su madre.
Lo que más les sorprendió, cuando acabaron de cometer los asesinatos, fue la poca polvareda mediática y policial, que se levantó, a raíz de los asesinatos, era cómo si no tuvieran la necesidad de investigar, lo que estaba pasando.
De esta manera, es cómo hoy en día, nos seguimos dedicando a vengar las muertes de tantas mujeres, muertas a manos de sus maridos.
Buenos días Luis, ¿te importaría que tuviera una conversación contigo para plantearte una cosa? Yo soy Mario, este es Pablo y estos son…
(En el telediario de una cadena de televisión): "Buenos días, por primera vez y desde hace muchos años, están bajando el número de agresiones a mujeres, que al…"

1 ):

Rosa dijo...

Te estas especializando en la violencia de género, eh ??

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