miércoles, 3 de marzo de 2010

El menú

Hoy va a ser un día especial, un día del que se hablará durante mucho tiempo en los medios de comunicación y quedará en los recuerdos de las personas durante muchos años. Será algo de lo que no podrán dejar de hablar, porque cada vez que vayan a comer con sus familias a algún restaurante, siempre estarán pensando en su interior en aquello que pasó en el interior de aquel famoso local.
Me he tomado muy en serio, aquello de que mis platos estaban poco elaborados y que parecía que los había hecho un aprendiz de pinche de cocina.
No os preocupéis, que estos serán mis platos estrellas y por los que seré recordado, durante mucho tiempo.
He podido enterarme de que esta tarde van a venir al restaurante ésos desalmados de críticos gastronómicos, que sin piedad, se permiten criticar el trabajo de uno, sin ni siquiera tener en cuenta, el tiempo y cariño que dedico a mis creaciones.
He perdido todas ganas de vivir, yo que era pura fantasía delante de los fogones, que no paraba de crear y de compartir mis platos, con las personas que para mí, más importancia tienen, dentro de lo que es un restaurante, que no son otras, que los personas que ayudan, a que uno pueda hacer realidad, sus fantasías culinarias.
Tengo la intención de que mueran de tal forma, que durante mucho tiempo, la policía tenga que investigar a fondo, para descubrir el modo y el ¿por qué?
Me ha llevado tiempo averiguar lo que necesitaba de cada una de estas dos personas que han arruinado mi vida y la de muchas otras personas, al igual que todos aquellos críticos de otras actividades. Espero que se lo piensen a partir de ahora, cuando tengan que hacer alguna crítica a la ligera. No digo que porque uno piense que el trabajo que hace merece más, todos tengan que reconocértelo, pero al menos, lo único que deberían de tener, es un poco de tacto a la hora de hablar sobre el mismo.
Ya han llegado, se sientan y Ramón, como siempre, tan servicial, los atiende con toda profesionalidad y les recomienda los platos estrella del restaurante, obviamente elaborados por mí.
Se les sirve una copa de un Gran Ribera, para que vayan haciendo boca, mientras llega el primero y que así tengan tiempo de examinar las, maneras de trabajara de todo el personal que compone ésta gran familia y de paso admirar la decoración de estilo provenzal, de la que todos nos sentimos muy orgullosos.
Aquí tienen el primero de sus peticiones, el chef, desea que les guste y que disfruten de los sabores que descubrirán, explotarán en el interior de sus paladares, haciéndoles sentir cómo en otro mundo, será cómo si transportaran sus mentes a otros mundos.
Está exquisito, noto un cierto sabor en el fondo a piñones de Madagascar
¿Tú no eras alérgico a los piño…?

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